La historia detrás del banco que pintó Felipe Amado

Días atrás, el artista plástico bragadense Felipe Amado pintó el verso “Bragado de mis amores, el de las bajas casitas, el de las plazas bonitas, llenas de novias y flores”, escrito por Enrique P. Maroni. Lo hizo en un banco de la Plaza Eva Perón.

Contó que sobre aquel banco solía sentarse el compositor Enrique P. Maroni cuando era un adolescente, allá por el 1900, y que esos versos corresponden a una novia que él tuvo y que vivía a media cuadra de la Estación. Mucho tiempo después, cerca de los años 50’, ella le cuenta la historia de amor a su familiar y amigo Rodolfo “Fito” del Búe.

La gente que se consideraba de Bragado y vivía en otro sitio, regresaba para la celebración de Santa Rosa de Lima, patrona de la ciudad. Y en uno de esos tantos regresos al pueblo, Enrique dio un paseo como los que acostumbran hacer las personas de aquella época, y es allí donde le transmitió a del Bue y a su mujer que en ese banco se sentaba escribirle versos a esa novia que tuvo en su juventud.

Felipe manifestó que esa narración fue publicada en “Historias para ser contadas”, del escritor Juan Caputo.