Ramiro San Pedro apoya el acuerdo con el FMI, pero aclaró que no es para festejar

Ante la media sanción que otorgó la Cámara de Diputados de la Nación al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), esta mañana EL MEGÁFONO convocó al dirigente Ramiro San Pedro (Frente de Todos) para conocer su opinión al respecto. Consideró que “es el mejor acuerdo posible”, aunque aclaró que no es motivo de alegría.

“A mí, personalmente, y a nuestra fuerza política, no nos parece que sea algo para celebrar un acuerdo con el Fondo ni para estar contentos”, dijo el exconcejal, y agregó: “pero cuando nuestra fuerza política tiene la responsabilidad de gobernar, se enfrenta a un montón de condicionantes y variables que no dependen de nuestra voluntad”.

Manifestó que “nuestro gobierno heredó una deuda de proporciones históricas con el Fondo Monetario Internacional que las tomó el gobierno del expresidente Mauricio Macri, y que planteaba vencimientos que son absolutamente incumplibles para la Argentina”.

Enfatizó que no acordar con el FMI hubiese generado un default con consecuencias muy negativas ya que “planteaba un escenario de obstrucción del financiamiento actual para la Argentina: una situación de escasez de reservas en donde el gobierno prácticamente perdía toda capacidad de intervenir en las variables económicas y donde no sabíamos a dónde podía llegar el tipo de cambio, con todas las consecuencias sociales que traería”. Además, opinó que dicho panorama hubiera puesto en riesgo la continuidad del gobierno.

Sostuvo que se trata de un acuerdo “atípico” con ciertos aspectos positivos ya que “por primera vez en la historia, la Argentina ha logrado que el Fondo no imponga recetas de reformas estructurales”. Sin embargo, reconoció que implicará “un horizonte de reducción de déficit, -y- de reducción paulatina de la asistencia del Banco Central al Tesoro”, por lo que añadió: “creo que tiene que ir acompañado por una serie de reformas para que paguen los sectores económicos que se favorecieron por el préstamo del Fondo en el gobierno de Mauricio Macri, que fueron los que fugaron el dinero”.

En ese marco, remarcó su deseo de “que no se haga como ha pasado siempre en la historia argentina, de que la deuda la pague la mayor parte de la población y sobre todo los sectores humildes en términos de pérdida del poder adquisitivo y de calidad de vida”.

Sobre el final, fue consultado sobre el voto negativo de Máximo Kirchner y otros miembros del Frente de Todos. Dijo comprenderlo ya que el líder de La Cámpora tiene un “legado histórico” tras haber sido su padre quien le había pagado al FMI, y también valoró su “honestidad moral e intelectual” al haber sido fiel a sus convicciones y por su renuncia a la presidencia del bloque.

En cuanto a la oposición, consideró razonable su voto positivo al acuerdo “siendo la fuerza política responsable de haber tomado esta deuda, -entonces- de mínima tiene la responsabilidad de acompañar este refinanciamiento”. Dijo que “querían reformas estructurales”, y agregó: “afortunadamente nuestro gobierno no lo ha permitido en la negociación”.