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UNA VIAJERA LOCAL CONTÓ CÓMO SON LOS CONTROLES AL LLEGAR AL PAÍS

Lizzy Silvero dialogó con El Megáfono y comentó que hubo un sólo control de temperatura.

25/03/2020
UNA VIAJERA LOCAL CONTÓ CÓMO SON LOS CONTROLES AL LLEGAR AL PAÍS

Con el objetivo de conocer cómo son los controles de salud en los aeropuertos argentinos en medio de la pandemia del coronavirus, el programa radiofónico El Megáfono entrevistó a Lizzy Silvero, quien volvió de EE.UU. hace poco y actualmente se encuentra cumpliendo la cuarentena.

La mujer viajó con su hija a Disney este marzo, cuando todavía ni el país norteamericano ni Argentina eran zonas de riesgo. De todas formas, comentó que se llevó barbijos, toallitas descartables, alcohol en gel y demás, ya que conocía la gran aglomeración de personas en las colas de las atracciones.

Según contó, una vez llegó al país, los pasajeros bajaron del avión y se dirigieron en fila hasta atravesar un aparato que resulta ser un medidor de temperatura, el cual no detiene persona a persona sino que frena a aquella que tiene una temperatura corporal alta. “Desde Estados Unidos te quieren sacar, como supongo que debe pasar en cualquier país, con tal de que te vayas te ponen en un avión”, indicó.

Silvero detalló que las aerolíneas no te proveen de barbijos o alcohol en gel, pero aseguró que el avión en el que viajó estaba repleto de argentinos y que tanto ellos como el personal tenían puestas mascarillas en la boca. Asimismo explicó que el Ministerio de Salud les proporcionó un formulario en el que tuvieron que exponer los síntomas que poseían.

Que el control de temperatura corporal remoto haya sido el único control que les realizaron a ella y a su hija las inquietó, por lo que Silvero decidió consultarle al personal de seguridad del aeropuerto si había algún procedimiento más para cuidar su salud, pero confirmaron sus sospechas: el primero que tuvieron era el único y después de eso podían irse a sus hogares.

Tras consultar en varios puestos, entre ellos uno que representa al Ministerio del Interior, eligió regresar a Bragado en su propio auto pero con una medida preventiva: colocaron un nailon entre los asientos traseros y delanteros para evitar la exposición de aire, e incluso cada 30/40 kilómetros frenaban el vehículo para ventilarlo. Vale mencionar que en el Acceso Elizondo la policía local les pidió su documentación para constatar que eran residentes de la ciudad.

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